Toma tiempo para orarle al Padre...

Toma tiempo parar orarle al Padre, aprende a detener tu marcha en el día y hablar con El las cosas que te ocupan, las cosas que requieren de Su atención. Ninguna cosa es tan urgente como para dejar a Dios en segundo plano, y ningún hijo de Dios es tan fuerte ni tan independiente como para no necesitar de El. Cuando logres hacer un hábito de recurrir a El con tus asuntos, podrás comprobar que no hay un lugar en este mundo ni un momento en esta vida en el que puedas encontrar tanta quietud y tanta claridad como en Su presencia.